Y ahora es cuando me doy cuenta de todo el tiempo que he desperdiciado echando de menos a unos o a otros. Obsesionandome contigo, con el de más allá o con quien sabie quién. Si lo pienso, todo era una arma de defensa. Sí, para no enamorarme, mejor dicho por no reconocer que estaba enamorada y dejarme la piel para ver tu sonrisa a todas horas. Pero todos sabíamos que era inevitable. Que desde la primera vez que me hablaron de ti, sin saber todavía el color de tus ojos, ni el sonido de tu risa, sabía que tú debías ser para mí. Que una eternidad no sería suficiente para estar juntos, que en ese tiempo nos faltarían sentimientos por describir, miradas para contar todo lo que nos amamos.
Desde hoy quiero que seas tú al que le digo buenos días mi vida o buenas noches mi amor , con el que paseo cogida de la mano, aunque sea por la calle más periférica de Helsinki. Deseo poder despertar cada mañana a tu lado, mientras me susurras que me quieres.
Sí, estoy completamente enamorada de cada milímetro tuyo.
No sabes lo que es la vida hasta que no te han clavado una daga ardiendo en el centro del corazón y ha estallado, manchándolo todo de sangre. No sabes lo que es la vida, hasta que no te has emborrachado para curar las heridas, sabiendo que no las vas a cicatrizar. No sabes lo que es la vida, hasta que has encontrado los ideales por los que luchar y partirte la cara hasta sangrar. Pero nunca sabrás lo que es la vida, si no luchas por reconstruir(te), si no peleas por encontrar a quien te ayude hacerlo, ¿y quién mejor que tú mismo?
dimecres, 10 d’agost del 2011
Que cuando ni sabía el color de tus ojos, ya estaba enamorada.
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