No sabes lo que es la vida hasta que no te han clavado una daga ardiendo en el centro del corazón y ha estallado, manchándolo todo de sangre. No sabes lo que es la vida, hasta que no te has emborrachado para curar las heridas, sabiendo que no las vas a cicatrizar. No sabes lo que es la vida, hasta que has encontrado los ideales por los que luchar y partirte la cara hasta sangrar. Pero nunca sabrás lo que es la vida, si no luchas por reconstruir(te), si no peleas por encontrar a quien te ayude hacerlo, ¿y quién mejor que tú mismo?
dimecres, 1 de febrer del 2012
nueve-
Un silencio ensordecedor recorre la casa. Mis pensamientos gritan silenciosamente tu nombre, mientras el charco de lágrimas sigue creciendo entre la almohada y mis manos. Ya no sé cuanto hace que no escucho tu voz en mis mejores sueños, y sólo lo hago en mis más profundas pesadillas. Ya no recuerdo si todas aquellas palabras tan bonitas que me dijiste, eran verdaderas, o sólo un fruto de mi imaginación que quería conquistar tu amor. Ya ves, el tiempo hace la duda, pero no el olvido. Después de tantos años, estoy componiéndote versos para nunca recitártelos al oído, susurrándole palabras al frío viento de invierno -ese que parece que entre ráfaga y ráfaga articule tu nombre- para que no te lleguen nunca como si de un soplo de aire sahariano se tratase, para que entres en calor. ¿Cuántas veces he usado la palabra nunca? Yo, que he creído que el siempre llegaría después de esto, que sería innecesario usar el nunca, porque el que algo quiere, algo le cuesta, y el que la sigue, la consigue...
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