Hay momentos en los que pienso que soy adicta a ver tu nombre, a hablarte, a llamarte, a escuchar tu voz, a hablarte y soñarte. Hay momentos en los que creo que cuando le vea a él, te voy a ver a ti. Hay momentos en los que creo que estás a mi lado, que siento tu presencia al otro lado de la cama, abrazándome y susurrándome cosas bonitas mientras me despiertas con un beso. Hay momentos en los que daría la vida por ti, porque sé que la cuidarías. También hay momentos en los que creo que eres la suerte de mi vida, que por fin te he encontrado y que todo va a ser perfecto.
Pero, no te voy a mentir. También hay momentos en los que tengo miedo. Miedo a perderte, a que esto sea fruto de mi imaginación, a que desaparezcas cuando más te necesito. Hay momentos en los que me da miedo hablarte, por si no me contestas, o por si te aburro. Hay momentos en los que el miedo se apodera de mí, diciéndome que no luche por ti. Pero siempre están los momentos, en los que gano al miedo, y vuelvo a hablarte. Vuelvo a hablarte y a echarte de menos, en cada palabra. Vuelvo a hablarte y sentirte a mi lado. Vuelvo a hablarte y a enamorarme poco a poco.
No sabes lo que es la vida hasta que no te han clavado una daga ardiendo en el centro del corazón y ha estallado, manchándolo todo de sangre. No sabes lo que es la vida, hasta que no te has emborrachado para curar las heridas, sabiendo que no las vas a cicatrizar. No sabes lo que es la vida, hasta que has encontrado los ideales por los que luchar y partirte la cara hasta sangrar. Pero nunca sabrás lo que es la vida, si no luchas por reconstruir(te), si no peleas por encontrar a quien te ayude hacerlo, ¿y quién mejor que tú mismo?
diumenge, 9 de setembre del 2012
Luchando por ti.
Puede que esto sea una nueva historia que empiece gracias a un acto de valentía, o tal vez de cobardía. Igual es esta la historia que buscaba en las sonrisas de los demás, pero sabía que tenía que ser tuya. Seguramente, sea la historia por la que valga la pena luchar e intentarlo. Por esa historia por la que se da la vida, las sonrisas y las horas de sueño.
Solo quiero que seas tú, quien que me ayude a formar esta historia. Solo quiero. que seas tú, por quien esperar tres meses para pasar diez días viéndote sonreír, besándote, abrazándote, sabiendo que estás conmigo, en ese momento. Que en el futuro nadie sabe lo que pasará, si esperaremos otros tres meses para vernos, o si serán cuatro esta vez. Pero si sé lo que quiero que pase. Sé que quiero que seas tú a quien espero con impaciencia. Quien me roba el sueño, y me regala las mejores sonrisas.
Y si alguna vez hay que rendirse, que sea después de haber dado la vida luchando. Luchando por enamorarme, por hacerte feliz, por tenerte. Porque aunque perdamos la batalla, siempre nos quedará la satisfacción de que hemos luchado y no nos hemos rendido, de que lo hemos intentando hasta quedarnos sin fuerzas, de que hemos hecho lo posible, por compartir esta vida.
Solo quiero que seas tú, quien que me ayude a formar esta historia. Solo quiero. que seas tú, por quien esperar tres meses para pasar diez días viéndote sonreír, besándote, abrazándote, sabiendo que estás conmigo, en ese momento. Que en el futuro nadie sabe lo que pasará, si esperaremos otros tres meses para vernos, o si serán cuatro esta vez. Pero si sé lo que quiero que pase. Sé que quiero que seas tú a quien espero con impaciencia. Quien me roba el sueño, y me regala las mejores sonrisas.
Y si alguna vez hay que rendirse, que sea después de haber dado la vida luchando. Luchando por enamorarme, por hacerte feliz, por tenerte. Porque aunque perdamos la batalla, siempre nos quedará la satisfacción de que hemos luchado y no nos hemos rendido, de que lo hemos intentando hasta quedarnos sin fuerzas, de que hemos hecho lo posible, por compartir esta vida.
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