No sabes lo que es la vida hasta que no te han clavado una daga ardiendo en el centro del corazón y ha estallado, manchándolo todo de sangre. No sabes lo que es la vida, hasta que no te has emborrachado para curar las heridas, sabiendo que no las vas a cicatrizar. No sabes lo que es la vida, hasta que has encontrado los ideales por los que luchar y partirte la cara hasta sangrar. Pero nunca sabrás lo que es la vida, si no luchas por reconstruir(te), si no peleas por encontrar a quien te ayude hacerlo, ¿y quién mejor que tú mismo?



dissabte, 26 de febrer del 2011

En un día de un mes, de cualquier año.

¿Quieres saber lo que son las palabras? Son una especie de puñales. De esos que se clavan y duelen, de los que  se sacan y agonizas... Pero como todas las heridas, se cicatrizan. Más pronto o más tarde, pero la herida se cierra. No tengo prisa, ahora me duele, pero en algún momento, cicatrizará. Y puede que no te olvide, pero me da igual. No sé donde leí que las personas no se olvidan, sólo se aprende a vivir sin ellas. Tranquila, aprenderé a vivir sin ti. En un día de un mes, de cualquier año.

Demasiado alto llegué.

Hay una frase que dice "Cuando más alto llegas, más pronto caes". Creo que eso me ha pasado a mí. Me sentía tan bien... Incluso podría decir que era feliz. Llegué a la cima de la alegría, al culmen de las sonrisas... No se podía sonreír por segundo más veces de las que lo hacía yo. Pero... Sí, siempre hay un pero. Sabía que un día terminaría, sabía que no duraría para siempre, y tenía claro que iba a caer... Pero joder, nadie me dijo que dolía tanto caer. No sabía de la magnitud con la que iba a caer, ni tampoco imaginaba a la altura que estaba... Demasiado alto llegué.

dimecres, 23 de febrer del 2011

Navego en un mar hacia ninguna parte, con la única compañía de nadie.

          ¿Qué es ser bipolar? Según la RAE se dice de la persona que tiene dos polos. Dos polos... ¿Qué será eso? Será la persona más opuesta del mundo, seguro. Yo soy bipolar, lo reconozco, porqué en este mismo momento te deseo, pero hace a penas diez minutos, me repugnabas. Me repugnabas tú y tus miradas en las que creí leer sinceridad, cada parte de tu cuerpo que me pareció perfecta en su momento. Me repugnaba tu voz, tu sonrisa, tu olor, tu esencia... Me repugnaba tu nombre, cada letra de ese nombre que he escrito y pintado tantas veces. ¿Pero ahora? Ahora te deseo. Deseo mirarte y decirte lo mucho que te echo de menos. Deseo besarte como hicimos aquella noche de hace más de cuatro meses. Deseo que digas mi nombre, que lo pronuncies de esa forma que sólo tú sabes, de la manera en la que me erizas cada parte de mi cuerpo. Deseo fundirme en ti, deseo no soltarte más, y que mis ojos se vuelvan a clavar en los tuyos. Pero... Creo que ya está. Ya ha vuelto a pasar. Pienso en besarte, y me es indiferente, pienso en tus miradas, y no lloro. ¿Será un nuevo paso hacia decirte adiós?

         No, creo que no. Vuelvo a desearte. Y el deseo cada vez es mayor... Oh, ya no sé que hacer. Te busco en cualquier parte, y no te encuentro... ¿Cómo decía aquella canción? Sola como nunca, sola como siempre...
Sí, me siento sola. Noto que estoy vacía sin ti. Que alguien puede gritarme de lo lejos, pero yo navego en un mar hacia ninguna parte, con la única compañía de nadie.

dimarts, 22 de febrer del 2011

Adiós, simplemente.

Porque las cosas grandes e importantes tardan mucho en lograrse, pero nada en destruirse, es ley de vida. Por ejemplo, en las guerras... Se puede hacer en cinco minutos un país de guerra. Las empresas que antes hacían estuches, ahora hacen chaquetas para los militares, los que hacían coches, les toca hacer tanques de guerra... Y así todas. Pero cuesta muchos años volver a la paz. No es tan fácil pasar de hacer rifles, a unos simples martillos para la construcción.
¿Cuánto costó construir las torres gemelas? Seguro que años. ¿Cuánto costó destruirlas? A penas hicieron falta segundos.
La vida es eso, al menos, para mi parecer. Te esfuerzas en hacer algo, dedicas la vida en ello, y sin entender nada, se va todo a la mierda, en milésimas de segundo. Sin un porqué... Adiós, simplemente.

dissabte, 19 de febrer del 2011

No pienso bajar la guardia.

               Voy a estar alerta por si quieres regresar, por si pasa por tu mente volver. No me importa cuanto habré de esperar, o si la espera dura toda la vida. Me es indiferente si esta especie de invierno doloroso dura una vida. No pienso bajar la guardia, y mucho menos dejarme engañar. No dejaré que vuelvas, no para que te vuelvas a marchar. 

BeCeeNe city.

Obviament no és un adéu. Fins la propera, Barcelona.



dilluns, 14 de febrer del 2011

Giraré el cap.

Este cop, ja no et vaig a vore en els somnis. Quan et trobe de cara, tant preciosa com sempre, giraré el cap, me'n aniré per un altre lloc. I em farà mal, sí. Però si sempre ha sigut ell, quin sentit té? Ni tan sols sé perquè perc el temps escribin-te entrades que no llegiràs, ni demostran-te que lluitaré, si ni tan sols tinc la oportunitat.

Esa estúpida sensación de que me haces falta.

No sé como ha pasado, ni por qué, pero ha vuelto. Esa estúpida sensación de que me haces falta, ha regresado. Creía que tenía los días contados, que después de eliminarte, de borrar todos tus recuerdos, te marcharías de mi mente, borrarías la huella que dejaste en mi corazón... Pero no, me volví a equivocar. Los primeros días me esforzaba en que eso fuera así. Cuando cerraba los ojos y te veía, me costaba mucho recordar tu mirada, o tu especial sonrisa. Me esforzaba para eliminar los recuerdos, para borrar tus caricias y suprimir tus palabras. Me esforzaba tanto durante el día para mantenerte alejada de cada pensamiento que llevara tu nombre, que al finalizar el día y sumergirme en los más profundos sueños, no desaparecías ni un segundo. En el mundo de las posibilidades, estaba indefensa, no tenía posibilidades de luchar contra ti, tampoco quería. Aparecías tan perfecta como siempre, y me dejaba llevar. Iba a besarte, y tú me respondías apasionadamente. Un sabor a melocotón se mezclaba con el beso, un suave olor a vainilla se juntaba con la pasión... Y toda la noche igual. Recorría cada centímetro de tu cuerpo como si se acabara el mundo, movías tus dedos por cada rincón del mío como si no hubiese un mañana, pero... Ya lo dicen, todo lo bueno dura poco. Un sonido ensordecedor me alejaba lentamente de ti, mientras escuchaba, como si de un susurro se tratase, que me esperabas a la siguiente noche, en el mismo sitio. Y ya no estabas. Como cada día, como cada mañana. Y volvía a estar llorando, intentando olvidar el sabor de tus besos, sin ningún éxito.

dissabte, 12 de febrer del 2011

¡La razón le ha ganado al corazón!

Siento como devoras mi corazón, como lo haces pequeño e inservible. Noto a cada instante como recuerdo tu mirada. Y me arrepiento de no haberte demostrado lo que sentía, de no saber hacerte feliz. Y vuelve a ser tarde para estas palabras, sigue siendo tarde para que lo sepas, y igual es mejor así. Gracias por no haber respondido a mis mensajes, por no haber hecho más difícil todo esto. Gracias por no decirme la verdad, que no te importo, o que eres feliz. Gracias por no dedicarme una última sonrisa de despedida, ni otra mirada profunda. Igual es mejor así, porqué esta vez... La razón le ha ganado al corazón. Porque por una vez, he pensado en . Y, por mucho que mi corazón no quiere olvidar aquellas tardes a tu lado, mi razón me dice que no vale la pena sufrir, que es inútil pensar en ti, mientras tú le sonríes a otro...

Pero ya es demasiado tarde para todo eso.

             Que te prometí estar a tu lado. Es más, te lo juré. Me pediste que no te abandonara, que permaneciera siempre a tu lado, y no lo dudé. Quería estar siempre contigo, ver tu sonrisa cada vez que cerraba los ojos, sentir tu piel rozando mi cuerpo... Y quiero seguir manteniendo la promesa, estar siempre que me necesites, a tu lado.

            Pero ya es demasiado tarde para todo eso. Ya no me ves cuando cierras los ojos, y yo no puedo evitar verte cada vez que cierro los míos. Tú no quieres que esté más contigo, y yo quiero permanecer inmóvil a tu lado. Es demasiado tarde para todo. Tarde para echarte de menos, tarde para necesitarte y tarde para quererte... Es demasiado tarde para hacer muchas cosas, y lo sé.

dijous, 10 de febrer del 2011

Seguiré adelante, sin ti.

                Que ya he tomado la decisión. Que ya no quiero pensar en ti. Que quiero olvidarte. Que quiero dejar de visitar tu perfil a todas horas. Que no quiero leer más tus sms. Que quiero borrar de mi mente tu nombre. Que quiero dejar de usar la palabra adorable detrás de tu nombre. Que quiero volver a sonreír como lo hacía antes. Que quiero que no me importes. Que quiero no saber de ti. Que quiero que te esfumes de mi corazón, como el humo de un cigarro.

                Y esta vez es de verdad. No hay rastro de tus mensajes, ni de tus fotos. Tampoco de nuestras canciones, ni de nuestras frases célebres. Voy a olvidarte, como sea. Y por mucho que te eche de menos, por mucho que me duela... Esta vez seguiré adelante, sin ti.

dimecres, 9 de febrer del 2011

Hasta que el dolor me hunda.

                  Otro nueve se tacha en mi calendario, y con este, ya van cuatro. Cuatro veces he pasado ya sobre el día nueve, y en ninguna de ellas te lo he podido agradecer. Tampoco será hoy el día en el que lo haga, y dudo que tenga la posibilidad de hacerlo. Sería seguir con la faceta del masoquismo, sin hacer nada para remediar el dolor que me provocas. Pero hoy es diferente a los otros días. Hoy sonrío, porque sí. Porque me apetece echarle un pulso a la tristeza, demostrarle que si ella es fuerte, yo lo soy más. Y sonrío al recordarte. Eres más que una cara bonita, que una sonrisa que deslumbra o que unos ojos que atontan. Puede que me provoques esto, o más. Pero sonrío al recordar todos tus rasgos, la forma en la que me decías que me echabas de menos, o que tenías ganas de verme.

                 Ahora no quiero machar los buenos momentos, los recuerdos felices con la respuesta a un por qué. No quiero saber el motivo que te llevo a despedirte para no volver, o las razones que te hicieron eliminar mi nombre de tu vocabulario. Sólo quiero recordar como pronunciabas mi nombre, o de la forma en la que clavabas tus ojos en los míos mientras yo no lo resistía. Quiero hacer memoria, quiero pensar en todos los momentos buenos, y sonreír, sin miedo a la brecha que cada vez se hace mayor en mi interior, sin pensar en como estaré esta noche. Sólo quiero pensar en ti, y olvidarme de lo demás, hasta que el dolor me hunda.

dilluns, 7 de febrer del 2011

Junto a los días de frío y lluvia.

               Un recuerdo. Esta vez más doloroso. La primera vez que te cogí de la mano, sin saber bien a donde ir, ni tampoco que decir. Pocas palabras y muchos besos. ¿Quién me iba a decir a mí, que acabaría todo así? Besos apasionados, besos más suaves... Sonrisas. Tal vez no sea detallista, y no recuerde el color de tu pantalón, o no tenga buena memoria y sepa la hora que era. Pero lo que no olvido, lo que no podría olvidar aunque quisiera, es tu mirada. La luz en tus ojos, como hablábamos sin decirnos nada. Como sonreíamos al vernos...

              Y ahora, ¿dónde está todo eso? ¿Dónde está el brillo en tu mirada? ¿La magia que había? Se marchó todo, junto a los días de frío y de lluvia. La última tormenta acabó con un nosotras, que ni tan solo existía. Todos los sentimientos desaparecieron de tu corazón y con ellos, mis ganas de sonreír, mi felicidad...

diumenge, 6 de febrer del 2011

Reapareces tú.

          Otra vez de noche. Y, de nuevo, reapareces tú. En un mundo donde todo es posible. Los sueños. En un universo paralelo, donde no hay cabida para una vida con dolor... 

         Y de repente, una imagen aparece. Está muy difuminada y parece un holograma, pero aún y así, reconocería sus ojos verdes en cualquier parte. La misma sonrisa de siempre, la que te mira y te promete un mundo. Me acerco a ella con una de mis mejores sonrisas y me dispongo a acariciarle la mejilla derecha, pero cuando levanto la mano, desaparece. De nuevo se ha marchado de mi vida, dejándome con un profundo vacío en el interior. Un vacío que intento cerrar apretándome fuerte, pero tiene tal profundidad, que no consigo hacer nada. Y me quedo en el suelo tendida, dejando que mi dolor recorra todas las partes del cuerpo. 

         Igual no es tan agradable soñar. No siempre puedes mandar en tus sueños, hacer lo que deseas. La realidad supera a los sueños, tu dolor cotidiano, traspasa las barreras de la realidad para adentrarse en las de la imaginación.

dissabte, 5 de febrer del 2011

Masoquismo.

Creo que el masoquismo me ha cogido cariño. O igual soy yo la que me he encariñado con él. No puedo parar de pensar en ti, en lo que fuimos y en lo que ahora somos. Nada. Todo se reduce a nada. Igual si que soy yo la que se ha encariñado con el dolor. Intento pensar en otras cosas, ocupar mi mente con otras personas, o sustituirte en mi pequeño corazón, pero no lo consigo. En todas las canciones me parece escuchar nuestra historia, y en cada esquina recuerdo el último beso que te di. Deja de sentir, ridículo corazón. Olvídate de su nombre, estúpida memoria.