No sabes lo que es la vida hasta que no te han clavado una daga ardiendo en el centro del corazón y ha estallado, manchándolo todo de sangre. No sabes lo que es la vida, hasta que no te has emborrachado para curar las heridas, sabiendo que no las vas a cicatrizar. No sabes lo que es la vida, hasta que has encontrado los ideales por los que luchar y partirte la cara hasta sangrar. Pero nunca sabrás lo que es la vida, si no luchas por reconstruir(te), si no peleas por encontrar a quien te ayude hacerlo, ¿y quién mejor que tú mismo?



diumenge, 27 de novembre del 2011

an unexpected day:3

Son cosas que pasan en la vida... Pero esta vez, me han tocado las cosas bonitas. ¿quién lo diría? Pequeñas sonrisas y grandes abrazos, dulces miradas y sabrosas despedidas... Cubatas infinitos y cervezas inacabadas. ¿Quién me diría a mí que te encontraría?

diumenge, 6 de novembre del 2011

rigged..

            Y de repente... Reaparece. No tiene que ser el amor más intenso, tampoco el más largo. No debe ser el que más te ha querido, ni el que te ha prometido un amor eterno. No siempre es el primero, incluso puede no ser el último. Simplemente es... Él. El chico de siempre, el que te robó el corazón un buen día, para no devolvértelo. Tal vez, pienses que lo has olvidado, que sólo es... Una persona a la que has querido, pero ya ves, después de tanto tiempo, reaparece. Recuerdas cada día que le has dicho que le quieres, cada promesa que te ha hecho para no cumplir... Recuerdas como contabas los días para estar con él, y como, en estos momentos, debes ser una simple conocida para él. Y lloras, lloras de impotencia por haberlo podido tener y no haberlo conseguido. Lloras, porque nunca más tendrás la oportunidad de que te dedique una sonrisa. Pero después de la última lágrima, aparece una tímida sonrisa, que te susurra que él está feliz. Y eso, te importa mucho más que cualquier cosa, mucho más que ser tú la que lo hagas.

            Y a pesar de que su amor sea eterno y de que sean felices, decides quedarte esperando, por si algún día decide regresar, o tal vez, pasar a saludar.

Gracias, por volver a entregarme tus mejores sonrisas.

"Nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes" típica frase que dice todo el mundo cuando lo pasas mal porque, alguien al que has infravalorado decide poner fin y marcharse sin despedirse. Pero este, no es mi caso. Desde el primer abrazo hasta la última sonrisa, he tenido claro lo que tenía, pero nunca se me ha pasado por la mente llegar a perderlo.
Pero mira, todo llega, por el motivo que sea, y, de repente, el rastro del brillo de tu mirada, fue apagando la luz de mis días... O quizás no fue poco a poco, tal vez habían indicios para verlo, pero estaba tan cegada que me parecieron alucinaciones. Sí, veía que los días eran grises, pero tenía tanto miedo de decir que te estabas alejando, que lo obviaba.
Y me quedé sola, aguardando un regreso que nunca volvía, estando en guardia siempre, por si querías sonreírme, librando una batalla, pero no contra ti, mucho menos contigo... Una batalla yo solita; hasta que vi que era inútil, hasta que decidí recuperarte, al precio que fuese. Pasaron los segundos al olvido, y hubiese deseado que fuesen al recuerdo contigo, pero no lo conseguía, tal vez mi egocentrismo, tal vez tus sentimientos... ¿Quién sabe?
Y, la verdad, no sé como he llegado de nuevo a los abrazos de siempre, a las confidencias de cada día... Pero, prometo haberlo echado de menos hasta el punto de dolor, aseguro extrañar tus mimos incontrolables hasta el sentimiento de vacío... Juro haberte echado de menos.
Mi niña, tan preciosa como siempre, tan adorable como cada día, juro (y mira que no está bien jurar en vano) que tus tristezas se transformarán en alegría cada día, que tus lágrimas caerán, pero siempre que sea para enterrar el dolor, y dar paso a las sonrisas que albergan nuevos sentimientos esperanzadores.
Creo que decir te quiero, está de más, que hacerte llegar un gracias, es innecesario, pero si te queda alguna duda, quiero que sepas que te quiero como a nadie, que te necesito como a todo.

diumenge, 23 d’octubre del 2011

¿Contigo? No. ¿Sin ti? Menos.

        Salgo a la calle a buscarte, a suplicarte una quinta, sexta, o milésima oportunidad. Tú intentas ocultarte bajo las sombras de la multitud, y no te das cuenta que cuando más desapareces, más te me haces visible. Ese es el problema que nos persigue. Es fácil decir siempre con la boca pequeña; SIEMPRE. Que bien suena, que palabra más bonita, siete letras que describen una realidad infinita. Como en aquel anuncio "un sí que no termina".

         Y ya me ves, con el segundo vaso de whisky y el quinto cigarro, diciéndote que nunca te he dicho un siempre sincero, menos con la boca grande; siempre he intentado pasar esa parte por alto, y cuando ha tocado decirla, le he echado valor y la he susurrado de la forma más baja. No es que no lo haya deseado, mucho menos ansiado, sino que nos conocemos, y un siempre, es demasiado tiempo como para pasarlo contigo. Siempre... Que bonito sería, siempre contigo. Siempre de la mano, siempre con películas y comidas agridulces. Siempre con abrazos infinitos y confesiones moribundas, con mensajes prohibidos o con debates morales. Siempre sabiendo el sabor de tus risas, el sonido de tus miradas... Demasiada perfección, ¿no crees?

       Mejor hablamos del opuesto: nunca. Nunca parece que lleve inscritas las connotaciones negativas en el último rabillo de la a, y a nosotras, que nos gusta tanto perder la razón, la hemos usado de forma positiva Frases que empezaban con un tú, para terminar con un simple estarás sola diciendo por medio aquel cutre nunca. Típicas proposiciones ligadas a un texto enorme, donde siempre te encontrabas un nunca quiero dejarte... Y ahí está el hecho. Querer. Es muy bonito querer, mucho menos poder. Quiero quererte, y sé que puedo. No de la mejor forma, si de la más sincera... Tercer vaso de whisky y el sexto cigarro ya empieza a consumirse... No quiero que el alcohol me haga olvidar los bonitos recuerdos de ti, tampoco los malos, así que mejor lo dejo en un... Nos vemos en otra vida, cuando encontremos el lazo que se ha desgarrado.

diumenge, 16 d’octubre del 2011

Ar you ready? Run!

         Una fría lluvia cae sobre mí hasta empaparme la última parte de tela que me quedaba seca. Igual es mejor así, dejar caer la lluvia, una lluvia fría que resbala por mi cara para confundirse con las impotentes lágrimas que afloran al pensar que no voy a poder correr bajo la lluvia contigo, nunca más. No importa, como dice aquel viejo refrán "después de la tormenta, siempre viene la calma". Dejaré que esta lluvia se lleve hasta mi última lágrima, para después regalar mis típicas sonrisas a quien las quiera.

dimarts, 20 de setembre del 2011

Sad cake.

¿Por qué no? Voy a ponerme a hacer una tarta. Una tarta dulce, con mucho azúcar glaseado por encima, como a ti te gusta. ¿Y qué mejor motivo para hacerla, qué celebrar todos los años que llevamos conociéndonos?

Bien, manos a la obra... Me pondría el delantal que usé la última vez contigo, con él que te cociné aquellos deliciosos gofres, pero está demasiado manchado de sangre. Sangre que no me hubiese gustado derramar, pero era ella misma quien me pedía salir. Se apelotonaba en cualquier vena, hervía hasta el punto de quemarme la piel, necesitaba salir, ni siquiera el maldito líquido soportaba sentir tanto dolor en un solo cuerpo. Prefería estar condenado a ser una mancha que cambia de color mientras se saca, a desaparecer cuando se lava, que vivir con ese continúo dolor. Así que sin pensarlo dos veces, les di libertad: con la mano derecha cogí el cuchillo. El filo estaba frío, muy frío, hice un poco de fuerza, y mil sensaciones recorrieron mi cuerpo hasta llegar a aquel corte que adornaría a partir de ahora mi muñeca izquierda. La sangre fluía rápido, demostrando así su ansia de libertad. Escapaba sin mirar atrás y con ella huía una gran parte del dolor. Aquel flujo rojizo no paraba de gotear, hasta que lo presioné con aquel delantal... Un delantal que todavía olía a ti. Y una gota clara cayó sobre aquella mancha que empezaba a ser de un marrón sucio. Había pasado demasiado tiempo desde nuestra última película, demasiado tiempo desde cualquier cosa que tuviese que ver con nosotras...

 Bueno, será cuestión de empezar la dichosa tarta... Dos vasos de harina por uno de... ¡No me acordaba! He estado tan sumida en mi propio dolor, que se me olvidó pagar la estúpida factura de la compañía hidráulica y... No, nada de agua en las garrafas. Bueno, no tiene importancia, he llorado tanto desde que te soltaste de mi mano, que tengo provisiones... Dos dedos de agua recorren la casa, así que con eso bastará para hacer la masa. Sólo necesito media hora más. El tiempo suficiente para hornearla pero... Claro, tampoco hay luz. ¿Cuánto tiempo habré estado regocijándome en mi propio dolor? En fin, hace un calor asfixiante, igual en la terraza se cocería. Pero... Si fuese más valiente tendría el valor de salir y ver el sol, pero soy demasiado cobarde. Tengo miedo. Miedo a que salga y vea que el mundo sigue tan brillante como todos los días, que no se ha detenido al darse cuenta que el Sol no nos puede dar los buenos días mientras hablamos, ni la Luna las buenas noches cuando nos despedimos... No entiendo como el mundo no puede parar, pero tal vez lo que me falte por entender sea que es mi mundo el que ha parado, mientras el resto sigue su trayectoria sin parar a pensar en los que se deja por el camino.


Con este último pensamiento me doy la vuelta y vuelvo a tumbarme en la esquina en la que estaba, hoy no es el día de hacer la condenada tarta, tal vez mañana sea un día mejor para celebrar nuestra amistad inmortal, quizá mañana...

dissabte, 17 de setembre del 2011

Cadena perpetuísima.

Tú, la niña de mis ojos. La que nunca me ha abandonado pasase lo que pasase. Tú, la princesa de mis sueños. La que siempre me ha dado los abrazos más largos y con más sentimiento que se pueden regalar. Tú, la hermana perfecta. La que no le importa cogerte el móvil a las tres de la mañana, para cantarle una canción. Tú, la niña más bonita, esa de la que nunca he dudado, a la que siempre he querido, y no he dejado de prometerle la luna, sabiendo que lo más parecido que podía darle era un queso. Tú, mi pequeña favorita, con la que inventaba historias infinitas, de fantasías incontables. Nuestro propio lazo celeste, ¿recuerdas? Un lazo de verdad, de los que nuestros amigos frikis los celestes nos dijeron que no se iba a romperse, y ahora... Está degradándose. Tal vez sea yo quien lo esté rasgando, o tal vez seas tú, ¿quién sabe? Igual llega un día en el que se rompe definitivamente, y los frikis nos hayan mentido pero, hasta que llegue ese día, hasta que la muerte me hunda a dos metros bajo el suelo, recuerda únicamente esto: Todavía no existe la palabra para describir lo que siento por ti, la canción que cuente nuestra historia. Te quiero, por encima de todo, acuérdate siempre, ma petite soeur.

au revoir.

           Así, como el que no quiere la cosa, ha pasado. Se han terminado los días de acostarse tarde, y levantarse más tarde aún, de besarnos bajo el agua, o sobre la arena e incluso en la primera esquina que quería ser testigo de nuestro amor. Han finalizado las horas tumbada en una toalla, esperando a que tu silueta asomará por el horizonte, para darle permiso a mi sonrisa para volverse a mostrar, primero tímida, más tarde hermosa. Han llegado al fin los susurros en la puerta de mi casa, deseando que el reloj no dará la hora de recogerse.

          Pero con el fin del verano, no sólo han llegado al fin todos nuestros momentos, han regresado cosas nuevas. El despedirme de ti todas las semanas, y luchar contra el tiempo para que vaya más rápido, echándole el pulso que, aunque me esfuerce, es imposible de ganar. Han vuelto las horas de echarte de menos, y no verte cuando lo necesito. Ha regresado el agujero en el estómago al verte subir al autobús.

dijous, 11 d’agost del 2011

Y cuando pienso, siempre es contigo.

Y te quiero, cuesta abajo y a empujones. Te quiero, envenenado y sin antídoto. Te quiero, deprisa en cualquier momento y en los que no, pues te quiero lento. Te quiero, aunque la distancia sea una putada y parezca que aquí que no pasa nada. Te quiero, te quiero, te quiero.

dimecres, 10 d’agost del 2011

Que cuando ni sabía el color de tus ojos, ya estaba enamorada.

Y ahora es cuando me doy cuenta de todo el tiempo que he desperdiciado echando de menos a unos o a otros. Obsesionandome contigo, con el de más allá o con quien sabie quién. Si lo pienso, todo era una arma de defensa. Sí, para no enamorarme, mejor dicho por no reconocer que estaba enamorada y dejarme la piel para ver tu sonrisa a todas horas. Pero todos sabíamos que era inevitable. Que desde la primera vez que me hablaron de ti, sin saber todavía el color de tus ojos, ni el sonido de tu risa, sabía que tú debías ser para mí. Que una eternidad no sería suficiente para estar juntos, que en ese tiempo nos faltarían sentimientos por describir, miradas para contar todo lo que nos amamos. 
Desde hoy quiero que seas tú al que le digo buenos días mi vida o buenas noches mi amor , con el que paseo cogida de la mano, aunque sea por la calle más periférica de Helsinki. Deseo poder despertar cada mañana a tu lado, mientras me susurras que me quieres.
Sí, estoy completamente enamorada de cada milímetro tuyo.

dissabte, 6 d’agost del 2011

Un tú y yo, que se une en un nosotros.

            Y así, sin más preocupaciones, cerré los ojos mientras descansaba en su regazo. Sí, todo era perfecto. Ya no importaba cuanto teníamos que esperar para poder acariciarnos, o cuanto hemos tenido que soportar para llegar a esta situación. Lo importante es que cuando estamos juntos, el mundo se detiene, y sólo existimos nosotros, ajenos al resto de gente. Dos personas que terminan por ser una. Un tú y yo, que se une en un nosotros.

dimarts, 3 de maig del 2011

Echar de menos es... Difícil.

¿Cómo se echa de menos algo que nunca has tenido? ¿Algo que nunca tendrás? ¿Cómo te echo de menos a ti?

divendres, 29 d’abril del 2011

"Perquè hauria d'escriure de mi?" Doncs sí, de tu és.

I hui... Vull canviar un poc la temàtica, deixar de banda com estic, o com he estat, per parlar de tuEres tu, i tal volta ara estàs llegint açò i no saps que ho eres. “Perquè hauria d’escriure de mi?” et preguntaràs al final d’açò. I jo et responc al principi. No tinc molt clar perquè ara, o perquè de tu. Tal volta no et conega com ningú, ni sàpiga totes les teues manies inconfessables, ni els teus secrets més ocults... Però no sols es basa d’això estimar-te. La base no es qui coneix més a qui, o quantes coses sé més de tu. La base és que t’estime, en més temps o menys, en molts dies o pocs. El que importa és el que senc, la quantitat en la que ho senc, i... El que m’importes. No és important els cops que t’ho dic, o el sentiment que pose al dir-t’ho. 


M’agrada saber que et puc telefonar a l’hora que siga i m’agafes el telèfon soltant algún crit de “m’has despertat” o qualsevol insult en el que em faràs riure. M’encanta saber que no t’importa el què diga, o com ho diga, perquè tu saps la veritat, i saps que eixa veritat és evident, que t’estime sense dubte, sense raó ni explicació, sols amb sentiment vertader.

És reconfortable tindre algú com tu al teu costat, algú que t’ajuda a alçar-te en les caigudes tontes que tens, o simplement... Que no et deixa caure. Adore la teua forma de llevar-li la importància a la situació, encara que no sapigues que ha passat. És reconfortable tindre’t a tu al meu costat.

http://www.youtube.com/watch?v=HLjmWYRUL_w

[T’han pansit la il•lusió però no has de tenir cap por que jo soc aquí si ho vols. Puc passar les nits en vetlla si no dorms, puc provar d’espantar tots els teus malsons, dir unes quantes bestieses si amb això rius de nou, i si no...puc cantar-te a cau d’orella una cançó]

I sincerament... Aquesta cançó em recorda a tu. Ja són moltes coses les que fan que pense en tu. M’agrada quan de sobte, ve el teu somriure a la meua ment, i jo somric, sense altre motiu que pensar que me’l dedicaves a mi.

I què? Ja saps què eres tu a la que dedique totes aquestes paraules? Ja saps que eres tu la que m’importes de veritat? Ja saps que mentres escrivia pensava en tu? No vull dir el teu nom, sé que algún dia sabràs que eres tu, i espere que siga més bé prompte.

Sols em queda per agrair-te alguna cosa, probablement la teua existència, o entrar en la meua vida no fa massa. També podria ser els somriures, les paraules o les cridades, o que cofies en mi. Un gràcies en general.

Que se enterraron junto con la confianza que perdí.

¿Lo veis? ¿Os queda claro? No existe. Nunca ha existido ni va a existir. ¿Qué quién? La respuesta más bien responde a un qué. La felicidad, vuestra queridísima felicidad que os eleva a no sé cuantos metros sobre el cielo, os hace sonreír, o no sé cuantos efectos más decís que sentís. Siento desilusionaros, pero que no, ¡qué no existe! Me niego a creer que haya un estado tan elevado, que nunca haya conseguido rozar ni con la punta de los dedos... Y yo juraría haberlo hecho un par de veces. Sin ir más lejos, hace un mes. Sentí que nada podría ir a mejor, que lo tenía todo, y... ¿Por qué no? En ese momento me hubiese atrevido a decir que era feliz. Pero... Lo dije y lo repetí, no hay que creer en la felicidad, cuando te olvidas de que tienes que negar la felicidad, cuando te sientes tan emocionado que podrías jurar que existe... Es entonces cuando caes, y lo pierdes todo. Y yo... Lo he perdido. En un viaje hacia el lado oscuro, de donde no hay billete de vuelta, o igual sí, ¿quién sabe?. Pero no será una vuelta total, solo será la piel muerta de viejos sentimientos, que se enterraron junto con la confianza que perdí.

Así que... Si queréis hacerme caso... Nunca penséis que sois realmente felices, que estáis elevados en el quinto o sexto cielo, pensad sólo que estáis bien, pero que podríais estar mejor, que nadie es esencial en tu vida, porque la caída cuando lo pierdes... La caída duele.

dilluns, 4 d’abril del 2011

Sin reflexionar.

Te quiero, sin reflexionar, inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente. En realidad no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisadosSólo sé que te quiero.

dissabte, 12 de març del 2011

¿Empezamos de nuevo?

Dicen que el tiempo lo cura todo pero yo aun sigo esperando. Esperando a que vuelvas a estar junto a mi. Fue una decisión precipitada. Yo me marché. No soportaba ser solo de una persona. Soy un alma libre o eso pensaba y por eso me fui. Pensaba que podía vivir sin ti, que no te necesitaba. Pero me equivoqué. Ahora después de tanto tiempo te echo de menos, estoy sola y perdida esperando a que un día vuelvas y me digas ¿Empezamos de nuevo?

dilluns, 7 de març del 2011

No sabes cuando duele no poder hacer todo eso.

¿De verdad crees que así soy feliz? Pues te equivocas. ¿Y sabes porque no soy feliz? Porque no eres tú la primera persona que veo al abrir los ojos; no soy feliz porque no camino cogida de tu mano. Porque no son tus brazos los que me estrechan y me hacen sentir protegida. No son tus labios los que me hacen soñar al rozarlos con los míos. No puedo ser feliz de verdad si no te tengo a mi lado, si no te puedo susurrar al oído te quiero. Porque te quiero, y te quiero muchísimo. Porque no te puedo llamar cariño, ni palabras similares. No puedo reírme al mismo son que tu risa. No puedo dormir abrazada a ti. No puedo enviarte mensajes al móvil para decirte buenas noches cariño. O buenos días mi vida. No puedo llevarte a un sitio bonito y disfrutar de tu compañía. No puedo compartir miradas contigo. Hay tantas cosas que no puedo hacer contigo... No sabes como me duele no poder hacer todo eso. No poder decirte ni un te quiero al oído. No poder tenerte a mi lado...
¿Sabes cuál es mi mayor deseo? Que no me faltes nunca. Tenerte siempre a mi lado. Y desde que te conozco, mi único deseo es ese. Tenerte cerca. Verte sonreír. Y que sonrías conmigo. Cualquier escusa es buena para poder pedir mi mayor deseo. Tenerte hasta  el fin del mundo. Y lanzo piedras al mar pensando que se cumplirá. Pero me doy cuenta de que no hacen falta piedras, ni promesas. Que sobran las palabras, para jurarte que iré siempre de tu lado. Que por mucho que no me veas, estaré cogida de tu mano.








~Never gonna be alone:)!

Casi me lo creo.

Casi no me importas y casi que no te echo de menos. Casi no pienso en ti cada mañana, ni casi tengo ganas de besarte. Casi no te odio a ratos, y creo que eso significa que casi no te quiero. Casi no me importa lo que hagas ni casi lo que digas. Casi no me pongo nerviosa cuando te veo en el messenger, y casi no tengo ganas de hablarte. Casi me lo creo.

dissabte, 26 de febrer del 2011

En un día de un mes, de cualquier año.

¿Quieres saber lo que son las palabras? Son una especie de puñales. De esos que se clavan y duelen, de los que  se sacan y agonizas... Pero como todas las heridas, se cicatrizan. Más pronto o más tarde, pero la herida se cierra. No tengo prisa, ahora me duele, pero en algún momento, cicatrizará. Y puede que no te olvide, pero me da igual. No sé donde leí que las personas no se olvidan, sólo se aprende a vivir sin ellas. Tranquila, aprenderé a vivir sin ti. En un día de un mes, de cualquier año.

Demasiado alto llegué.

Hay una frase que dice "Cuando más alto llegas, más pronto caes". Creo que eso me ha pasado a mí. Me sentía tan bien... Incluso podría decir que era feliz. Llegué a la cima de la alegría, al culmen de las sonrisas... No se podía sonreír por segundo más veces de las que lo hacía yo. Pero... Sí, siempre hay un pero. Sabía que un día terminaría, sabía que no duraría para siempre, y tenía claro que iba a caer... Pero joder, nadie me dijo que dolía tanto caer. No sabía de la magnitud con la que iba a caer, ni tampoco imaginaba a la altura que estaba... Demasiado alto llegué.

dimecres, 23 de febrer del 2011

Navego en un mar hacia ninguna parte, con la única compañía de nadie.

          ¿Qué es ser bipolar? Según la RAE se dice de la persona que tiene dos polos. Dos polos... ¿Qué será eso? Será la persona más opuesta del mundo, seguro. Yo soy bipolar, lo reconozco, porqué en este mismo momento te deseo, pero hace a penas diez minutos, me repugnabas. Me repugnabas tú y tus miradas en las que creí leer sinceridad, cada parte de tu cuerpo que me pareció perfecta en su momento. Me repugnaba tu voz, tu sonrisa, tu olor, tu esencia... Me repugnaba tu nombre, cada letra de ese nombre que he escrito y pintado tantas veces. ¿Pero ahora? Ahora te deseo. Deseo mirarte y decirte lo mucho que te echo de menos. Deseo besarte como hicimos aquella noche de hace más de cuatro meses. Deseo que digas mi nombre, que lo pronuncies de esa forma que sólo tú sabes, de la manera en la que me erizas cada parte de mi cuerpo. Deseo fundirme en ti, deseo no soltarte más, y que mis ojos se vuelvan a clavar en los tuyos. Pero... Creo que ya está. Ya ha vuelto a pasar. Pienso en besarte, y me es indiferente, pienso en tus miradas, y no lloro. ¿Será un nuevo paso hacia decirte adiós?

         No, creo que no. Vuelvo a desearte. Y el deseo cada vez es mayor... Oh, ya no sé que hacer. Te busco en cualquier parte, y no te encuentro... ¿Cómo decía aquella canción? Sola como nunca, sola como siempre...
Sí, me siento sola. Noto que estoy vacía sin ti. Que alguien puede gritarme de lo lejos, pero yo navego en un mar hacia ninguna parte, con la única compañía de nadie.

dimarts, 22 de febrer del 2011

Adiós, simplemente.

Porque las cosas grandes e importantes tardan mucho en lograrse, pero nada en destruirse, es ley de vida. Por ejemplo, en las guerras... Se puede hacer en cinco minutos un país de guerra. Las empresas que antes hacían estuches, ahora hacen chaquetas para los militares, los que hacían coches, les toca hacer tanques de guerra... Y así todas. Pero cuesta muchos años volver a la paz. No es tan fácil pasar de hacer rifles, a unos simples martillos para la construcción.
¿Cuánto costó construir las torres gemelas? Seguro que años. ¿Cuánto costó destruirlas? A penas hicieron falta segundos.
La vida es eso, al menos, para mi parecer. Te esfuerzas en hacer algo, dedicas la vida en ello, y sin entender nada, se va todo a la mierda, en milésimas de segundo. Sin un porqué... Adiós, simplemente.

dissabte, 19 de febrer del 2011

No pienso bajar la guardia.

               Voy a estar alerta por si quieres regresar, por si pasa por tu mente volver. No me importa cuanto habré de esperar, o si la espera dura toda la vida. Me es indiferente si esta especie de invierno doloroso dura una vida. No pienso bajar la guardia, y mucho menos dejarme engañar. No dejaré que vuelvas, no para que te vuelvas a marchar. 

BeCeeNe city.

Obviament no és un adéu. Fins la propera, Barcelona.



dilluns, 14 de febrer del 2011

Giraré el cap.

Este cop, ja no et vaig a vore en els somnis. Quan et trobe de cara, tant preciosa com sempre, giraré el cap, me'n aniré per un altre lloc. I em farà mal, sí. Però si sempre ha sigut ell, quin sentit té? Ni tan sols sé perquè perc el temps escribin-te entrades que no llegiràs, ni demostran-te que lluitaré, si ni tan sols tinc la oportunitat.

Esa estúpida sensación de que me haces falta.

No sé como ha pasado, ni por qué, pero ha vuelto. Esa estúpida sensación de que me haces falta, ha regresado. Creía que tenía los días contados, que después de eliminarte, de borrar todos tus recuerdos, te marcharías de mi mente, borrarías la huella que dejaste en mi corazón... Pero no, me volví a equivocar. Los primeros días me esforzaba en que eso fuera así. Cuando cerraba los ojos y te veía, me costaba mucho recordar tu mirada, o tu especial sonrisa. Me esforzaba para eliminar los recuerdos, para borrar tus caricias y suprimir tus palabras. Me esforzaba tanto durante el día para mantenerte alejada de cada pensamiento que llevara tu nombre, que al finalizar el día y sumergirme en los más profundos sueños, no desaparecías ni un segundo. En el mundo de las posibilidades, estaba indefensa, no tenía posibilidades de luchar contra ti, tampoco quería. Aparecías tan perfecta como siempre, y me dejaba llevar. Iba a besarte, y tú me respondías apasionadamente. Un sabor a melocotón se mezclaba con el beso, un suave olor a vainilla se juntaba con la pasión... Y toda la noche igual. Recorría cada centímetro de tu cuerpo como si se acabara el mundo, movías tus dedos por cada rincón del mío como si no hubiese un mañana, pero... Ya lo dicen, todo lo bueno dura poco. Un sonido ensordecedor me alejaba lentamente de ti, mientras escuchaba, como si de un susurro se tratase, que me esperabas a la siguiente noche, en el mismo sitio. Y ya no estabas. Como cada día, como cada mañana. Y volvía a estar llorando, intentando olvidar el sabor de tus besos, sin ningún éxito.

dissabte, 12 de febrer del 2011

¡La razón le ha ganado al corazón!

Siento como devoras mi corazón, como lo haces pequeño e inservible. Noto a cada instante como recuerdo tu mirada. Y me arrepiento de no haberte demostrado lo que sentía, de no saber hacerte feliz. Y vuelve a ser tarde para estas palabras, sigue siendo tarde para que lo sepas, y igual es mejor así. Gracias por no haber respondido a mis mensajes, por no haber hecho más difícil todo esto. Gracias por no decirme la verdad, que no te importo, o que eres feliz. Gracias por no dedicarme una última sonrisa de despedida, ni otra mirada profunda. Igual es mejor así, porqué esta vez... La razón le ha ganado al corazón. Porque por una vez, he pensado en . Y, por mucho que mi corazón no quiere olvidar aquellas tardes a tu lado, mi razón me dice que no vale la pena sufrir, que es inútil pensar en ti, mientras tú le sonríes a otro...

Pero ya es demasiado tarde para todo eso.

             Que te prometí estar a tu lado. Es más, te lo juré. Me pediste que no te abandonara, que permaneciera siempre a tu lado, y no lo dudé. Quería estar siempre contigo, ver tu sonrisa cada vez que cerraba los ojos, sentir tu piel rozando mi cuerpo... Y quiero seguir manteniendo la promesa, estar siempre que me necesites, a tu lado.

            Pero ya es demasiado tarde para todo eso. Ya no me ves cuando cierras los ojos, y yo no puedo evitar verte cada vez que cierro los míos. Tú no quieres que esté más contigo, y yo quiero permanecer inmóvil a tu lado. Es demasiado tarde para todo. Tarde para echarte de menos, tarde para necesitarte y tarde para quererte... Es demasiado tarde para hacer muchas cosas, y lo sé.

dijous, 10 de febrer del 2011

Seguiré adelante, sin ti.

                Que ya he tomado la decisión. Que ya no quiero pensar en ti. Que quiero olvidarte. Que quiero dejar de visitar tu perfil a todas horas. Que no quiero leer más tus sms. Que quiero borrar de mi mente tu nombre. Que quiero dejar de usar la palabra adorable detrás de tu nombre. Que quiero volver a sonreír como lo hacía antes. Que quiero que no me importes. Que quiero no saber de ti. Que quiero que te esfumes de mi corazón, como el humo de un cigarro.

                Y esta vez es de verdad. No hay rastro de tus mensajes, ni de tus fotos. Tampoco de nuestras canciones, ni de nuestras frases célebres. Voy a olvidarte, como sea. Y por mucho que te eche de menos, por mucho que me duela... Esta vez seguiré adelante, sin ti.

dimecres, 9 de febrer del 2011

Hasta que el dolor me hunda.

                  Otro nueve se tacha en mi calendario, y con este, ya van cuatro. Cuatro veces he pasado ya sobre el día nueve, y en ninguna de ellas te lo he podido agradecer. Tampoco será hoy el día en el que lo haga, y dudo que tenga la posibilidad de hacerlo. Sería seguir con la faceta del masoquismo, sin hacer nada para remediar el dolor que me provocas. Pero hoy es diferente a los otros días. Hoy sonrío, porque sí. Porque me apetece echarle un pulso a la tristeza, demostrarle que si ella es fuerte, yo lo soy más. Y sonrío al recordarte. Eres más que una cara bonita, que una sonrisa que deslumbra o que unos ojos que atontan. Puede que me provoques esto, o más. Pero sonrío al recordar todos tus rasgos, la forma en la que me decías que me echabas de menos, o que tenías ganas de verme.

                 Ahora no quiero machar los buenos momentos, los recuerdos felices con la respuesta a un por qué. No quiero saber el motivo que te llevo a despedirte para no volver, o las razones que te hicieron eliminar mi nombre de tu vocabulario. Sólo quiero recordar como pronunciabas mi nombre, o de la forma en la que clavabas tus ojos en los míos mientras yo no lo resistía. Quiero hacer memoria, quiero pensar en todos los momentos buenos, y sonreír, sin miedo a la brecha que cada vez se hace mayor en mi interior, sin pensar en como estaré esta noche. Sólo quiero pensar en ti, y olvidarme de lo demás, hasta que el dolor me hunda.

dilluns, 7 de febrer del 2011

Junto a los días de frío y lluvia.

               Un recuerdo. Esta vez más doloroso. La primera vez que te cogí de la mano, sin saber bien a donde ir, ni tampoco que decir. Pocas palabras y muchos besos. ¿Quién me iba a decir a mí, que acabaría todo así? Besos apasionados, besos más suaves... Sonrisas. Tal vez no sea detallista, y no recuerde el color de tu pantalón, o no tenga buena memoria y sepa la hora que era. Pero lo que no olvido, lo que no podría olvidar aunque quisiera, es tu mirada. La luz en tus ojos, como hablábamos sin decirnos nada. Como sonreíamos al vernos...

              Y ahora, ¿dónde está todo eso? ¿Dónde está el brillo en tu mirada? ¿La magia que había? Se marchó todo, junto a los días de frío y de lluvia. La última tormenta acabó con un nosotras, que ni tan solo existía. Todos los sentimientos desaparecieron de tu corazón y con ellos, mis ganas de sonreír, mi felicidad...

diumenge, 6 de febrer del 2011

Reapareces tú.

          Otra vez de noche. Y, de nuevo, reapareces tú. En un mundo donde todo es posible. Los sueños. En un universo paralelo, donde no hay cabida para una vida con dolor... 

         Y de repente, una imagen aparece. Está muy difuminada y parece un holograma, pero aún y así, reconocería sus ojos verdes en cualquier parte. La misma sonrisa de siempre, la que te mira y te promete un mundo. Me acerco a ella con una de mis mejores sonrisas y me dispongo a acariciarle la mejilla derecha, pero cuando levanto la mano, desaparece. De nuevo se ha marchado de mi vida, dejándome con un profundo vacío en el interior. Un vacío que intento cerrar apretándome fuerte, pero tiene tal profundidad, que no consigo hacer nada. Y me quedo en el suelo tendida, dejando que mi dolor recorra todas las partes del cuerpo. 

         Igual no es tan agradable soñar. No siempre puedes mandar en tus sueños, hacer lo que deseas. La realidad supera a los sueños, tu dolor cotidiano, traspasa las barreras de la realidad para adentrarse en las de la imaginación.

dissabte, 5 de febrer del 2011

Masoquismo.

Creo que el masoquismo me ha cogido cariño. O igual soy yo la que me he encariñado con él. No puedo parar de pensar en ti, en lo que fuimos y en lo que ahora somos. Nada. Todo se reduce a nada. Igual si que soy yo la que se ha encariñado con el dolor. Intento pensar en otras cosas, ocupar mi mente con otras personas, o sustituirte en mi pequeño corazón, pero no lo consigo. En todas las canciones me parece escuchar nuestra historia, y en cada esquina recuerdo el último beso que te di. Deja de sentir, ridículo corazón. Olvídate de su nombre, estúpida memoria.